Desde hace unos veinte años, en algunos países
europeos se viene utilizando la milenaria técnica de los mandalas en ambientes
educativos y de rehabilitación. Marie Prévaud (1935) ha sido una de las
pioneras en este campo. En nuestro sistema educativo aún no han encontrado el
hueco ni se ha reconocido la importancia que merecen, dados sus grandes
beneficios.
¿Qué es un mandala?. El
mandala, palabra sánscrita cuyo significado literal es círculo, es una
representación simbólica y arquetípica del universo según la antigua cosmología
budista. Está constituida por un conjunto de figuras y formas geométricas
concéntricas; representa las características más importantes del universo y de
sus contenidos. Su principal objetivo es fomentar la concentración de la
energía en un solo punto durante la meditación.
Según Carl Jüng, “los
mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente
como el inconsciente”. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra
firmemente anclado en el subconsciente colectivo.
Para Jüng “el mandala es una forma arquetípica”, de ahí que aparezca en diferentes culturas lejanas entre sí, considera que la comprensión del arquetipo puede resultar curativa.
Para Jüng “el mandala es una forma arquetípica”, de ahí que aparezca en diferentes culturas lejanas entre sí, considera que la comprensión del arquetipo puede resultar curativa.
Según la psicología
psicoanalítica, el mandala representa al ser humano. Interactuar con ellos te
ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu
creatividad y a reconectarte con tu ser esencial.
Es como comenzar un
viaje hacia tu esencia, te abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que
brote tu sabiduría interior. Integrarlas a tu vida te dará centro y la
sensación de calma en medio de las tormentas.
Si se necesita ayuda
para exteriorizar las emociones, se deben colorear de adentro hacia fuera; si
se desea buscar el propio centro, se pintará de afuera hacia adentro.
Sus virtudes terapéuticas permiten recobrar el equilibrio, el conocimiento de sí mismo (intuición creativa e interpretación de sus propias creaciones), el sosiego y la calma interna (concentración y olvido de los problemas), necesarios para vivir en armonía.
El coloreado del mandala puede ser realizado por todo el mundo, niños o adultos que sepan o no dibujar. Cada uno escoge los colores en función de su estado de ánimo, la intensidad del color, los diferentes materiales para colorear (acuarela, tintas, rotuladores, lápices de colores, etc.). A la hora de pintar, se respetará la dirección con la que se empezó y se pintará hasta que se considere que el mandala está terminado.
Sus virtudes terapéuticas permiten recobrar el equilibrio, el conocimiento de sí mismo (intuición creativa e interpretación de sus propias creaciones), el sosiego y la calma interna (concentración y olvido de los problemas), necesarios para vivir en armonía.
El coloreado del mandala puede ser realizado por todo el mundo, niños o adultos que sepan o no dibujar. Cada uno escoge los colores en función de su estado de ánimo, la intensidad del color, los diferentes materiales para colorear (acuarela, tintas, rotuladores, lápices de colores, etc.). A la hora de pintar, se respetará la dirección con la que se empezó y se pintará hasta que se considere que el mandala está terminado.
Los mandalas son un
método de curación para el alma.
Los mandalas son la fusión del cuerpo, el espíritu y el alma.
Le ayudan a descubrir su propia creatividad.
Se descubrirá a sí mismo y la nueva realidad que le rodea.
Vencerá a la rutina y al estrés más fácilmente.
Se tranquilizará y ganará en confianza y seguridad.
Trabajo de meditación activa.
Contacto con su esencia.
Se expresará mejor con el mundo exterior.
Ayuda a expandir su conciencia.
Desarrollo de la paciencia.
Despertar de los sentidos.
Empieza a escuchar la voz de su intuición.
Mejora de la autoestima, se aceptará y se querrá más.
Se curará física y psíquicamente.
Se tranquilizará y ganará en confianza y seguridad.
Trabajo de meditación activa.
Contacto con su esencia.
Se expresará mejor con el mundo exterior.
Ayuda a expandir su conciencia.
Desarrollo de la paciencia.
Despertar de los sentidos.
Empieza a escuchar la voz de su intuición.
Mejora de la autoestima, se aceptará y se querrá más.
Se curará física y psíquicamente.
Objetivos por
ámbitos
En el ámbito
cognoscitivo: Desarrollar la fluidez, flexibilidad y originalidad en las ideas
del niño.
En el ámbito afectivo y social: Desarrollar actitudes creativas frente a distintas situaciones que se le presenten.
En el ámbito psicomotor: Favorecer que el niño se exprese de forma creativa con el uso de distintas técnicas plásticas.
Ya desde el primer ciclo de Primaria comienzan a mostrarse la adquisición y desarrollo de algunas destrezas en el niño. Las habilidades psicomotoras van aumentando hasta fines de la adolescencia (utilizar lápiz, escribir en pizarra, pintar dibujos, hacer dibujos, emplear instrumentos, juegos y deportes, bailes…). Además “el desarrollo de la creatividad debe de ir parejo al de la inteligencia” (Guilford, 1950). Se han podido establecer altas correlaciones entre creatividad e inteligencia.
En el ámbito afectivo y social: Desarrollar actitudes creativas frente a distintas situaciones que se le presenten.
En el ámbito psicomotor: Favorecer que el niño se exprese de forma creativa con el uso de distintas técnicas plásticas.
Ya desde el primer ciclo de Primaria comienzan a mostrarse la adquisición y desarrollo de algunas destrezas en el niño. Las habilidades psicomotoras van aumentando hasta fines de la adolescencia (utilizar lápiz, escribir en pizarra, pintar dibujos, hacer dibujos, emplear instrumentos, juegos y deportes, bailes…). Además “el desarrollo de la creatividad debe de ir parejo al de la inteligencia” (Guilford, 1950). Se han podido establecer altas correlaciones entre creatividad e inteligencia.
La introducción de los
mandalas en la Escuela
deberá hacerse no sólo desde el área de Educación Plástica, sino como forma de
expresión entroncada en todo el Currículo oficial de la Educación
Primaria.
Los mandalas ayudarán a la formación de la inteligencia, del razonamiento, del control y dominio del cuerpo, todo ello desde un prisma de predominio del pensamiento divergente o creativo.
Los mandalas ayudarán a la formación de la inteligencia, del razonamiento, del control y dominio del cuerpo, todo ello desde un prisma de predominio del pensamiento divergente o creativo.
1. Mandalas
infantiles como estímulo al aprendizaje, los
MANDALAS suponen un estímulo motivador para cualquier aprendizaje de las
distintas áreas del Currículo de Educación Primaria.
2. Mandalas
infantiles como medio de expresión, a
través del dibujo, del color, el niño se expresa. Expresa su mundo
interior, pensamientos, ideas, estados de ánimo y relaciones con el mundo de un
modo cada vez más complejo, desde los primeros garabatos a las creaciones
artísticas más abstractas y elaboradas desarrollando con ello su
psicomotricidad. Algunos autores actuales como Stern, Lowenfeld o Arheim han
estudiado las formas de expresión del niño a través de la Expresión Plástica,
afirmando su estrecha relación con el desarrollo integral del niño.
3. Mandalas
infantiles como medio de comunicación. El niño utiliza los recursos de la Expresión Plástica
para desarrollar procesos de comunicación, tanto más ricos cuanto más lo sea el
medio y los recursos que le estimulen y le orienten. A través de formas y
colores utilizados con una u otra intención el niño busca comunicarse con los
demás, comunicar su interpretación de la realidad, proyectar sus impresiones. A
través de las imágenes de sus dibujos, de las producciones de sus pinturas, el
niño intenta comunicar a sus interlocutores la realidad de un mundo interno que
necesita compartir con los demás.
4. Mandalas
infantiles como medio de producción. Desde los garabatos, los remolinos, esferas a las producciones de mandalas más
elaboradas, el niño va evolucionando en su creatividad productiva y habilidad
psicomotriz.
En un análisis de la producción gráfica, Arnheim observa que los ángulos sustituyen a curvas, la continuidad a la discontinuidad, comenzando por el uso de figuras esféricas para pasar después a trazos rectos.
La producción plástica deberá ser tenida en cuenta como una faceta importante del desarrollo integral del niño en todas las edades.
En un análisis de la producción gráfica, Arnheim observa que los ángulos sustituyen a curvas, la continuidad a la discontinuidad, comenzando por el uso de figuras esféricas para pasar después a trazos rectos.
La producción plástica deberá ser tenida en cuenta como una faceta importante del desarrollo integral del niño en todas las edades.
5. Mandalas
infantiles como técnica de relajación. Un adulto ante un problema puede verbalizarlo expresando así sus sentimientos.
Un niño se relajará utilizando un tipo de expresión no verbal ya que no
saben expresar con palabras sus sentimientos, puede entonces usar otro medio
que no sean las palabras.
La actividad creativa de los mandalas en estos de niños tensos, introvertidos y con tendencia al aislamiento es muy útil.
Tradicionalmente la educación es analítica, todo tiene una relación de causa a efecto, los procesos siguen una lógica definida. Con ello se trabaja casi en exclusiva el hemisferio cerebral izquierdo que procesa la información verbal, que codifica y decodifica el habla.
Se ha dado muy poca importancia al hemisferio cerebral derecho que se dedica a la síntesis, combina las partes para formar un todo. La expresión en este hemisferio no es verbal, es por imágenes. Actualmente se dedica más tiempo a la expresión plástica, a la creatividad y a la expresión artísticas .Trabajar la educación artística de forma sistemática es abrir al niño a un mundo en que la fantasía y la percepción multisensorial serán para él nuevas posibilidades de enriquecimiento y de expresión.
Aprender a percibir la belleza es fundamental ya que estimula el desarrollo integral de las capacidades humanas, que muchas veces quedan limitadas a lo estrictamente analítico.
Las técnicas de relajación son un medio indispensable de educación que lleva progresivamente al dominio de los movimientos y, como consecuencia, a la disponibilidad del ser entero.
La actividad creativa de los mandalas en estos de niños tensos, introvertidos y con tendencia al aislamiento es muy útil.
Tradicionalmente la educación es analítica, todo tiene una relación de causa a efecto, los procesos siguen una lógica definida. Con ello se trabaja casi en exclusiva el hemisferio cerebral izquierdo que procesa la información verbal, que codifica y decodifica el habla.
Se ha dado muy poca importancia al hemisferio cerebral derecho que se dedica a la síntesis, combina las partes para formar un todo. La expresión en este hemisferio no es verbal, es por imágenes. Actualmente se dedica más tiempo a la expresión plástica, a la creatividad y a la expresión artísticas .Trabajar la educación artística de forma sistemática es abrir al niño a un mundo en que la fantasía y la percepción multisensorial serán para él nuevas posibilidades de enriquecimiento y de expresión.
Aprender a percibir la belleza es fundamental ya que estimula el desarrollo integral de las capacidades humanas, que muchas veces quedan limitadas a lo estrictamente analítico.
Las técnicas de relajación son un medio indispensable de educación que lleva progresivamente al dominio de los movimientos y, como consecuencia, a la disponibilidad del ser entero.
6. Mandalas
infantiles como medio de superación de situaciones emocionales negativas
(fobias, ansiedad, temores nocturnos, acosos escolares, experiencias
traumáticas). Mientras se pinta en el subconsciente desaparecen los problemas porque nos
encontramos en un estado de total relajación y concentración. Las respuestas de
reacción a estados emocionales negativos van desapareciendo y poco a poco se
transforman. Para el niño pintar o crear mandalas puede ser un medio de
autoterapia.
Por todo lo anteriormente expuesto, como docentes consideramos que no se debe desdeñar la importancia de los mandalas como un instrumento educativo más de importante valor psicopedagógico. Recomendamos la práctica en las escuelas, a todos los niveles y desde todas las áreas; en un mundo como el nuestro cada vez más carente de valores no está de más ayudar a que nuestros alumnos descubran su mundo interior y canalicen de forma positiva sus energías.
Por todo lo anteriormente expuesto, como docentes consideramos que no se debe desdeñar la importancia de los mandalas como un instrumento educativo más de importante valor psicopedagógico. Recomendamos la práctica en las escuelas, a todos los niveles y desde todas las áreas; en un mundo como el nuestro cada vez más carente de valores no está de más ayudar a que nuestros alumnos descubran su mundo interior y canalicen de forma positiva sus energías.
Mª Rosario Pérez
González
Psicopedagoga y profesora en I.E.S. “Vadinia”. Cistierna (León). rosapego@hotmail.com
Psicopedagoga y profesora en I.E.S. “Vadinia”. Cistierna (León). rosapego@hotmail.com
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